José Gabriel Alemparte Mery

Monday, November 20, 2006

Carta a La Tercera sobre triunfo del Partido Democráta en las Elecciones Legislativas de EEUU


Carta en el Diario La Tercera sobre el triunfo en el Senado como en la Cámara de Representante de los Estados Unidos, del Partido Democráta y el traspie de la derrota de George W. Bush:

Señor Director:

La reciente elección de Gobernadores, Representantes y Senadores en EE.UU. ha venido a demostrar lo mucho que un pueblo como el norteamericano se ha demorado en entender la vergüenza de la "guerra contra el terror". Como antaño en la tragedia en Vietnam, que fue uno de los motivos que minó la presidencia de otro republicano como Richard M. Nixon, hoy los norteamericanos se han dado cuenta que el llamado "entrampamiento" en Irak se debe única y exclusivamente a un política exterior prepotente y sin sentido, que lo único que ha logrado es generar una mayor inestabilidad e inseguridad mundial, conviertiendo la guerra contra Saddam Hussein, en una forma de justificar malamente millonarios negocios petróleros a escala global, además de la manera de asegurar los contratos de los intereses norteamericanos en materias de armamentos y la violación del gobierno federal en asuntos como los derechos civiles, privacidad e inmigración . No queda sino celebrar el triunfo del Partido Democráta en ambas Cámaras. Irak es y ha sido un error y una tragedía que costará décadas sanear tanto dentro de Estados Unidos como fuera de él. Por éstos días en que la derecha chilena tanto crítica al Presidente Ricardo Lagos, debe reconocerse que los que hoy lo critican, en su momento, cuestionaron que el ex mandatario y su Canciller Soledad Alvear se opusieran con valentía a la prepotencia e insensatez de una guerra que jamás tuvo alguna justificación, y que hoy le cuesta a Bush la peor derrota de su carrera política.

José Gabriel Alemparte Mery

Carta al Diario La Tercera, 20 de Noviembre


Carta publicada en el Diario La Tercera, Santiago, 20 de Noviembre

Sobre el rechazo del Profesor Pablo Ruiz-Tagle Vial como Contralor General:

Señor Director:

Chile ha perdido la oportunidad de tener un profesional notable, un académico de excepción y un gran hombre de derecho como Contralor General. La derecha chilena ha demostrado una vez más su intolerancia, su facilismo en el análisis y la escasa visión de país que serán el principal motivo para no ser una alternativa viable de gobierno en los próximos años. En las últimas semanas los chilenos hemos asistido a un espectáculo lamentable auspiciado por la Alianza, que ha tergiversado argumentos, alimentando un debate falso y estéril, señalando que el profesor Ruiz-Tagle sería “un nombre de la Concertación”. Para ello se han válido de viejas artimañas, citando fuera de contexto posibles conexiones de una persona que ha demostrado profunda vocación de independencia en la academia. Es preocupante como se ha tratado a Ruiz-Tagle, más aún, cuando profesionales destacados como él, en un futuro próximo pensarán en retirarse a una apacible vida dedicados al ejercicio de la profesión, lejos de la incomodidad de la exposición pública, dejando el cargo en manos de algún triste burócrata. Mal augurio para jóvenes destacados que quieren dedicar su vida al servicio a Chile. Si la derecha, que hoy basada en un purismo acérrimo, quiere independencia absoluta deberá proponer a un ser de otro planeta para ocupar el cargo, ya que nadie, tiene la imparcialidad que hoy tanto buscan, pero que en 1978 no pontificaron para nombrar al ex Senador UDI, Sergio Fernández como Contralor.

Columa Diario El Mostrador


Columna del Diario El Mostrador, 18 de Noviembre de 2006

Un dictador visita España
por
José Gabriel Alemparte Mery *

La visita del presidente y dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema a España, invitado por el Presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero ha demostrado el error y la hipocresía de la política exterior de Zapatero, lo que le ha valido una crisis con los partidos que apoyan al gobierno en el parlamento –entre los que pueden contarse los votos de Izquierda Unida (IU), Ezquerra Republicana (ERC), entre otros- además de poner en entredicho al Rey don Juan Carlos, por tener que recibir a tan impresentable huésped, que hoy por hoy, es uno de los gobernantes más cuestionados, tanto por las constantes y atroces violaciones a los derechos humanos –entre la que se denuncia la antropofagia de enemigos políticos, amén de los exilios, torturas y desapariciones- como asimismo de la corrupción que sitúa a Guinea Ecuatorial entre los países más ricos del mundo –debido a sus yacimientos petrolíferos que lo han hecho tener un ingreso per cápita de 50.000 dólares.

Es por lo anterior que el aterrizaje de esta versión “reloaded” de los peores dictadores africanos como Idi Amin Dada de Uganda, Mobutu Sese Seko de la ex República del Zaire –actual República Democrática del Congo-, en España no dejó indiferente a nadie y evidenció la torpeza del gobierno español en la conducción de su política exterior. Obiang Nguema llegó al poder en 1979 tras un golpe de Estado denominado “el golpe por la libertad”, ello pese a que las consecuencias del terror no se dejaron esperar con las detenciones, torturas y exilio, que si bien en algún momento fueron condenadas por Europa poco a poco, y mientras se empezaba a explotar el petróleo guineano callaron para dar paso a la inversión energética. Pero lo anterior, ha traído importantes ganancias a Obiang, y a quienes verdaderamente están detrás de la visita del dictador esta semana a Madrid, esto es los capitales de Repsol-España que han invertido miles de millones de dólares en contratos de explotación de crudo en las costas guineanas, contratos que han sido directamente firmados por Obiang, quien ha invertido en propiedades en los Estados Unidos, Francia e Italia, y en una corte de agentes de seguridad israelíes que protegen la paranoia del dictador, además de efectuar depósitos por más de U$ 700 millones de dólares en cuentas del ex Banco Riggs de Washigton D.C. Pese a que la agenda original del dictador contemplaba reuniones del más alto nivel con el Rey y el Presidente del Gobierno Español, una de las visitas más importantes constituía la visita que éste tendría al Congreso de los Diputados, visita que la noche de la llegada de Obiang a Madrid fue cancelada según la versión “por problemas de agenda”, enfureciendo al dictador Obiang frente a las cámaras de la televisión española. Pero los problemas de la agenda, no eran tales, el verdadero motivo de la negativa de recibir al oscuro personaje, se debió a la presión que ejercieron diputados no sólo del Partido Popular, sino también de sectores aliados y minoritarios del Congreso, tales como Izquierda Unida, o los vascos de PNV o Esquerra Republicana de Cataluña, quienes apoyados por organizaciones internacionales, entre las que nos contamos con carta de rechazo a los diputados españoles, repudiamos la visita de tan abyecto personaje.

Lo que es cierto, es la falta de una política coherente con África en general, y con Guinea Ecuatorial en particular. El caso guineano demuestra quizás con una nitidez absoluta la incapacidad de las grandes potencias de sostener políticas de apoyo reales, y de permitir la existencia de dictadores como Obiang. Mientras con una mano se pregona a los cuatro vientos el respeto y compromiso con la democracia, los derechos humanos y la libertad, con la otra se mantiene y se alienta a dictadores corruptos y sanguinarios, quienes mientras mantengan precios razonables de explotación del crudo –un elemento que ha vuelto a los mercados muy inestables frente al panorama de Oriente Medio, Venezuela e Irak- tienen carta blanca para seguir en sus fechorías. El cuento es conocido, el ex dictador panameño Noriega puede contarlo desde una cárcel en Miami donde fue condenado luego de casi diez años al servicio de EE.UU, o el mismo Fidel Castro, quien enfermo, sólo se mantiene en el poder debido a la crisis humanitaria que generaría su fin en las costas norteamericanas.

Con todo, los diarios españoles en sus editoriales no han cesado en la crítica a la invitación de Rodríguez Zapatero y los tropiezos de una recepción que recordó la frustrada aventura aeroportuaria, en Manila, del viaje de Pinochet a las Filipinas de su colega Ferdinand Marcos. La crisis generada por el propio gobierno de Zapatero ha dejado en evidencia el poco interés de España de denunciar y exigir una salida democrática en Guinea Ecuatorial, y han terminado poniendo en entredicho la propia autoridad del Rey don Juan Carlos, quien pese a la negativa y la repulsa de la visita tiene el deber de recibir a una visita extranjera invitada por el gobierno de turno.

Pero sin dudas, que lo que más violenta, del viaje de Obiang a España esta semana, es que bajo la excusa de “comprometer a cambios democráticos en Guinea” se esconda el verdadero propósito de un violador sistemático de los derechos humanos como Teodoro Obiang de firmar millonarios contratos que no llegaran a un pueblo como el guineano que en un 80% vive con menos de cuatro dólares al día. A estas alturas, cabe preguntarse, ¿Dónde quedaron los argumentos esgrimidos por el Juez Baltasar Garzón para pedir la aplicación extraterritorial de la ley penal en materias de genocidio y crímenes de lesa humanidad en contra del ex dictador chileno Augusto Pinochet? ¿Dónde quedó tanta pro actividad por una suerte de “superioridad moral” para juzgar antes que Chile los crímenes cometidos por Pinochet? ¿No se parecen a lo menos Obiang y Pinochet, más allá de ser ambos cuentacorrentistas del mismo Banco, y con la diferencia de los gustos culinarios de ambos, antropofagia aparte? Sin duda, en España muchos se preguntan lo mismo, y no entienden como puede no solo invitarse a Obiang a Madrid para “relanzar las relaciones entre Guinea y España”, sino también como se le puede mantener en el poder, validándolo, como ya lo hizo Bush en Abril de 2006.

Es hora que los chilenos comencemos a poner los ojos en el continente africano, y que el Gobierno fije líneas y exija a la comunidad internacional un cambio urgente por la democracia en un país que ha vivido toda su historia republicana, bajo dos dictaduras. Sin duda la oportunidad para hacerlo será entre los días 27 y 30 de noviembre en Abuja, Nigería, donde la Presidenta compartirá y se encontrará con Obiang en la histórica Cumbre de Presidentes de África y América del Sur. Ha llegado la hora de que Chile exija medidas concretas, y el término de la hipocresía como una forma de conducir las relaciones internacionales, la Presidenta Bachelet, más que nadie conoce la importancia de la solidaridad internacional en esta materia. Es el tiempo de terminar con el doble discurso de las grandes potencias con África, y Chile tiene algo que decir al respecto, en ello las palabras de Molière suenan con más fuerza que nunca: “La hipocresía es la peor de las maldades”.

José Gabriel Alemparte Mery, Egresado de Derecho, UDP, Ex Vicepresidente de la Federación de Estudiantes de dicha Universidad entre 2002-2003. Militante JDC.

Columna del Diario El Mostrador

Columna de Opinión Diario El Mostrador

5 de Noviembre del 2006

La nación olvidada
por José Gabriel Alemparte Mery *

El 30 de noviembre, la Presidenta Michelle Bachelet viajará a la ciudad de Abuja, Nigeria a lo que será la histórica Primera Cumbre África-América del Sur. En esta inédita reunión, se encontrarán mandatarios de ambos lados del Atlántico, los que a cada orilla del Océano sabrán encontrar puntos comunes en la historia post segunda Guerra Mundial, respecto de la explotación, y la falta de coherencia en las políticas internacionales de las grandes potencias mundiales, es pues, el momento que el Gobierno chileno fije líneas de acción claras respecto de su relación con África, y particularmente profesionalice el trabajo de la Cancillería en torno al mundo africano, exigiendo de paso una mayor coherencia a ciertos socios internacionales a fin de intentar mitigar los atropellos del África olvidada.

El mejor arquetipo de la falta de importancia en torno al tema panafricano, es la falta de conocimiento que Chile tiene respecto de un continente complejo, lleno de sombras y luces que pareciera estar más lejos de nuestro país, que regiones más lejanas a éste, como el Sud-Este Asiático, importante socio comercial de Chile. Dentro de las definiciones de consideración de la política exterior chilena, fijadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores chileno en democracia, se señala como sustento de la misma, la intención de “insertar” comercialmente a Chile, sobre la base de la apertura de nuevos mercados que permitan sustentar una base mercantil donde Chile pueda exportar sus productos, y por otra parte la posibilidad de contribuir a un mundo más seguro, donde el multilateralismo de las organizaciones internacionales juega un papel primordial en cuanto a la preocupación que Chile debe tener por difundir y auspiciar procesos democráticos y de respeto por los derechos humanos.
Sobre lo primero, mucho se ha hecho y se ha escrito, los propios Tratados de Libre Comercio con naciones como Estados Unidos, Corea del Sur, China, y bloques comerciales como la Unión Europea, además de las negociaciones con Perú y Japón entre otros son la mejor demostración de aquello. Pero así y todo, pese a que “abrir” mercados para las exportaciones chilenas puede resultar económicamente beneficioso, ello puede, en ciertas ocasiones verse incomodado por la capacidad de Chile de exigir, por su propia historia política reciente, de una mayor coherencia a las grandes potencias en cuanto a su verdadera intención por contribuir a la democracia y el respeto a los derechos humanos en continentes como África.

Chile en los últimos dieciséis años ha hecho las cosas bien en materia política, sabiendo resolver los conflictos de una sociedad dividida por el rencor de luchas pasadas. Es por ello que está en posición de exigir acciones concretas, particularmente a las naciones industrializadas por un compromiso verdadero con el respeto por el estado de derecho, la democracia y los derechos humanos en África, y por ello la visita de la Presidenta Bachelet a África será un hecho histórico, que esperamos sea el primer paso a un cambio verdadero en la forma de enfrentar el tema africano. Motivo de lo anterior, es la denuncia sostenida que se ha hecho, particularmente, respecto de ciertas naciones africanas donde los países industrializados, como antaño en Latinoamérica, han gozado de la explotación cuasi monopólica de sus recursos naturales, auspiciado el “laissez faire” y “laissez passer” con sangrientos dictadores que les son útiles a los intereses de turno –algo de lo que los latinoamericanos sabemos de sobra con ejemplos como los de Pinochet, Videla, Stroessner, Somoza y más recientemente Noriega y Fujimori-.

Resulta muy importante, en la línea de lo anterior, que la Presidenta ponga en conocimiento de la comunidad internacional la situación de Guinea Ecuatorial, antigua ex colonia española ubicada entre las Repúblicas de Gabón y Camerún, en la costa atlántica de África –que se independizó de Madrid en 1968- con la que Chile comparte sus raíces hispanas, la cual, se ha convertido en la década de los noventa en el tercer productor de petróleo del África Subsahariana. Guinea Ecuatorial ha sido gobernada con mano de hierro desde 1979 por el general Teodoro Obiang Nguema, quién según reportes de Amnistía Internacional y la ONU, ha violado sistemáticamente los derechos humanos, encarcelando, torturando y persiguiendo a opositores políticos, además de enriquecerse ilícitamente con los contratos de explotación petrolífera que éste ha firmado con Corporaciones como Exxon-Mobil, Amereda Hess, Texaco y Repsol España, y que lo ha llevado a que el Subcomité del Senado de los Estados Unidos, lo haya declarado como uno de los depositantes – con el General Pinochet- de cerca de 700 millones de dólares en cuentas personales en el ex Banco Riggs de Washington. Con lo anterior, mientras Obiang se enriquece, y Transparencia Internacional declara a Guinea Ecuatorial como uno de los países más corruptos del planeta, ello acompañado al extraordinario ingreso per cápita de 50.000 dólares para una nación africana, el Departamento de Estado de Estados Unidos, reconoce “que el producto del enriquecimiento de la explotación petrolífera no pareciera estar llegando al pueblo de Guinea Ecuatorial”, y como no, se estima que más del 80% de la población vive por debajo del nivel de la pobreza (4 $ por día) y que cerca del 60% entre esos pobres, viven en la pobreza absoluta (menos de 1 $ por día); además más del 75 % de esta misma población no alcanza a satisfacer la canasta mínima de bienes. A lo anterior se suma que la esperanza de vida al nacer de la población guineana es de 42 años en los hombres y de 44 en el caso de las mujeres, conforme a cifras entregadas por la OMS en el año 2004. El año 2003 sólo el 32, 6 % de los niños guineanos llegaba a quinto grado de educación básica, existiendo profundas deficiencias de infraestructuras en escuelas, hospitales y centros comunitarios en el país. Con lo anterior datos del Banco Mundial permiten concluir que más del 80 % de la población guineana no tiene acceso al agua potable.

Pese a lo concluyente de los hechos anteriores, en abril de 2006, Condoleezza Rice, recibió a Teodoro Obiang Nguema en Washington D.C. señalando que éste “es un buen amigo de los Estados Unidos, y un modelo para la región africana”, lo que equivale a señalar que Enron sería un buen modelo de administración financiera y modelo digno de imitar – incluso Rice, pareciera no haber leído el Informe sobre el caso Riggs- pero el motivo para la “amnesia temporal” de la funcionaria norteamericana, es precisamente la capacidad de asegurar el suministro de petróleo que proporciona Guinea Ecuatorial frente al sombrío panorama del “entrampamiento de Irak” y la convulsionada Venezuela de Chávez. Los gobiernos españoles no lo han hecho mejor, por el contrario sólo la semana recién pasada, el Canciller español Miguel Ángel Moratinos, anunció que el Presidente Rodríguez Zapatero recibirá a Obiang Nguema en Madrid a fin de “relanzar” las relaciones con la ex colonia africana que pasaron por un momento de enfriamiento momentáneo con Aznar. Y como no habrían de hacerlo, asegurar a Obiang en el poder, significa, afianzar la capacidad de firmar contratos de explotación petrolífera con capitales españoles como Repsol-España. Este “relanzamiento” le ha válido a los opositores de Obiang organizados en España bajo el “Gobierno en el exilio” ser despojados de sus visados como “refugiados políticos”.

Es por lo anterior que la Presidenta debe tener una misión clara en torno a enfrentar posiciones y denunciar situaciones como las de Guinea Ecuatorial, estamos seguros que por su propia historia personal ella conoce de la importancia de la solidaridad internacional como apoyo contra sangrientas dictaduras, asegurando una política exterior chilena comprometida con el respeto por los derechos humanos y la democracia, por sobre cualquier otro interés de corto plazo, y en cualquier rincón del planeta. Por su historia Chile está en posición de enfrentar asuntos como los de Guinea Ecuatorial y exigir una pronta ayuda en beneficio del continente africano.

José Gabriel Alemparte Mery. Egresado de Derecho de la UDP, ex vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la misma casa de estudios, fundador de Comité de Solidaridad con Guinea Ecuatorial y el Continente Africano (www.csge-chile.blogspot.com). Militante de la JDC.