José Gabriel Alemparte Mery

Tuesday, January 17, 2006

Michelle Bachelet Jería, Presidenta Electa de Chile


MICHELLE BACHELET JERÍA
PRESIDENTA ELECTA DE LA REPÚBLICA DE CHILE


Así informó el triunfo de la Presidenta Electa, Michelle Bachelet:



EL MERCURIO, 16 de Enero de 2006.

LA NACIÓN, 16 de Enero de 2006

Sunday, January 15, 2006

Artículo escrito la noche del triunfo de la Presidenta Michelle Bachelet Jería, Publicado en el Diario Electrónico El Mostrador el 20 de Enero de 2006




Esas tardes en que todo parece posible

Por José Gabriel Alemparte Mery1

Hoy quiero hablar desde los sentimientos. Más tarde será el tiempo de los análisis políticos de la implicancia de un gobierno de la nueva Presidenta Michelle Bachelet, o bien del descalabro de la Alianza por Chile. Más tarde sabremos desde donde y hacia donde se movieron los votos de uno u otro candidato y las consecuencias que ello tendrá en el juego de la realpolitik.

Pero hoy escribo estas líneas a pocas horas de que Michelle Bachelet accede a la Presidencia de la República, es el tiempo de hablar desde el corazón y dejar la cabeza de lado. La jornada de este domingo ha sido de esas gestas épicas que de tanto en tanto la historia nos regala, se trata de aquéllas tardes en que volvemos a soñar que todo es posible, que Chile vuelve a nacer y en que sentimos que participamos de algo que recordaremos por largo tiempo.

Y no se trata de algo menor, por primera vez, y luego de 57 años de que se le otorgara el derecho a sufragio a la mujer en 1949, una fémina chilena se convierte en Presidenta de la República. Pero no se trata de cualquier mujer, se trata de una que es el reflejo de una parte dramática de la historia reciente de nuestra Nación, y que como en el mejor de los cuentos sobrevivió al drama para convertirse, sin quererlo ni buscarlo mayormente en la intérprete de los sueños y anhelos de un pueblo. Michelle Bachelet Jería es aquello. Médico pediatra, experta en defensa, hija de un General muerto por la tortura, madre separada y jefa de hogar, ha sabido interpretar los sueños de aquéllos que desde hace mucho sentían que las esperanzas y anhelos les eran esquivos, como si éstos pertenecieran a algunos y no a todos, como si no todos y todas tuviesen derecho a creer que cuando uno se lo propone se pueden cumplir todos los desafíos mucho más allá de las trabas y sufrimientos que pueda imponernos la vida.

Y Michelle, simplemente Michelle como la seguiremos llamando con el respeto de su nueva investidura lo ha señalado bajo la luna llena que alumbraba Santiago en esta noche; “Yo también recorrí un largo camino para llegar aquí esta noche. Ustedes lo saben, no he tenido una vida fácil, pero quién ha tenido una vida fácil (…) La violencia entró en mi vida destrozando lo que amaba. Porque fui víctima del odio, he consagrado mi vida a revertir ese odio, y convertirlo en comprensión, en tolerancia, y por qué no decirlo, en amor”. Quizás ninguna frase sintetiza mejor la aspiración con la que Michelle Bachelet se ganó el corazón de las y los chilenos que le votamos en el día de hoy. Porque ella representa aquello, representa el sufrimiento y la humillación de tantos, pero también la redención, el perdón, el amor y la tolerancia de lo que se ha construido en estos años. De los sueños compartidos y del cambio revolucionario que significa entregar un país conducido por un liderazgo femenino, natural, abierto y por sobre todo transparente e horizontal, sin imposiciones, sin golpes de mesa, sino con diálogo y con amor. Desde hoy cada hija e hijo de esta tierra sin importar su sexo podrá sentir que “el techo es el cielo” y que por ende basta con soñar y trabajar para alcanzarlo.

Pero Michelle también representa un cambio en la forma de concepción del poder político. A diferencia de todos sus predecesores en el cargo, Michelle es el fruto de su época, es el hombre, en este caso, la mujer y sus circunstancias, es la niña que nace en los cincuenta pero crece y se educa en los convulsionados años sesenta y setenta del siglo pasado. Hija de un General de la Fuerza Aérea partidario de la doctrina de respeto institucional enseñado en los cuarteles de los años cuarenta y cincuenta, de tolerancia, laicismo, pero ante todo de férreos principios y valores éticos y estéticos que guiarán su vida futura. Su paso comprometido por la Universidad de Chile, sus estudios de medicina, su incipiente participación en política hacen de ella una representante de esa generación de chilenos que crecieron y llegaron a la vida adulta bajo los cielos grises de una dictadura sangrienta, donde parecía a ratos que el valor de la propiedad pesaba por sobre el valor de la vida humana, donde el respeto por el otro se vulneró y se persiguió y donde los sueños parecían sospechosos. Ella es consecuencia de aquello, del dolor, del miedo, de la tortura y el exilio, de la militancia de izquierda dura tras el muro de hierro, pero de la comprensión temprana de un mundo que cambia vertiginosamente a fines de los años ochenta, del reconocimiento de los errores, del apasionamiento sin sentido, del vacío y la falta de respeto hacia los otros. Es el reconocimiento del error colectivo, pero transformador, reformador y sin duda constructor del Chile de los noventa, del progreso económico con sentido, del rostro humano de las “benditas” cifras macroeconómicas, de ese nuevo Chile que comprende que el pasado se supera con verdad, con justicia, pero por sobre todo con dignidad y tolerancia para que nunca más vuelva a suceder aquello que nos sucedió. “Se puede amar a la justicia, y a la vez ser generoso” como nos dijo esta noche en plena Alameda, se puede amar y perdonar mirando a los ojos y entendiendo que Chile lo construimos todos, sin descalificaciones ni odiosidades, con convicción y discrepancia, pero sin odio y sin rencor. Eso es Michelle, es mucho más que la Presidencia de Chile, es la reivindicación del amor y la comprensión, de la destrucción de los prejuicios y del trabajo comprometido en los sueños del Chile que esta por venir.

Esta noche Michelle recordará sin duda a su padre Alberto Bachelet Martínez, General de la Fuerza Aérea de Chile muerto como consecuencia de las torturas propinadas por sus propios compañeros de armas, sin duda él la estará mirando. “Lo quisiera abrazar esta noche” dijo la Presidenta electa con la voz entrecortada, “Heredé de él su amor por Chile y por todos los chilenos sin distinciones, su admiración por la naturaleza formidable de nuestro país, su abnegado sentido del servicio público, su amor por el orden, el don de mando. Siento que de alguna manera inexplicable estoy cerca de él, intuyo que todos los padres que están aquí, que todos los hombres que son padres y me escuchan, saben lo que es el amor y la lealtad de una hija”. Es ese amor y esa lealtad con ella misma y con los que la rodean la que ha llevado a Michelle a estar donde está, a saltar del total anonimato a liderar un país con humildad, con paciencia y resignación ante críticas que a ratos fueron destempladas, misóginas y dolorosas, pero ella siempre sonrío y esta tarde revestida de esa extraña aura que rodea a quienes adquieren el poder para transformar las vidas de otros, nos enseñó que el poder de una sonrisa verdadera puede más y es más profunda que mil palabras, y que la fuerza del amor humano y del perdón sanan con el tiempo las heridas del alma.

Ex Vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Diego Portales. Egresado de la Escuela de Derecho de la misma Casa de Estudios. Militante del Partido Demócrata Cristiano. Durante el año 2004 fue Jefe de Campaña Electoral del entonces candidato y actual Concejal por Colina, Nicolás Pavez Cuevas, en 2005 fue parte del equipo de campaña electoral del entonces candidato a Diputado por Renca, Conchalí y Huechuraba, Sergio Espejo Yaksic.

Wednesday, January 11, 2006

Predicciones de la Campaña Presidencial de Segunda Vuelta


Y llegó la hora; Elección Presidencial Enero de 2006, Consideraciones finales

MICHELLE BACHELET JERÍA: 52%-53%

SEBASTIÁN PIÑERA ECHENIQUE: 48%-47%



Por: José Gabriel Alemparte Mery


Los chilenos nos aprestamos por segunda vez en menos de un mes a concurrir a las urnas para elegir definitivamente a la persona que conducirá Chile por los próximos 4 años a partir de Marzo de 2006. ¿Qué ocurrirá en esta elección y cuales serán las claves para entenderla? Aquí algunas consideraciones de lo que creemos sucederá este domingo.
Pasada la euforía inicial de la derecha, y particularmente de Sebastián Piñera, luego de imponerse como líder de la Alianza por Chile en Diciembre de 2005, tras derrotar a un mermado Joaquín Lavín, la campaña del primero tomo un peligroso curso que amenazó con torpedear bajo la línea de flotación a la candidata presidencial Michelle Bachelet. Pero Bachelet a estas alturas protegida de los fuegos enemigos y con una mayor capacidad política de la que sus propios oponentes han querido reconocer, logró blindar sus posibilidades de acceder a La Moneda el 15 de Enero de 2006. Pese a que Michelle Bachelet obtuvo el 45,95% de los votos en primera vuelta en la elección de diciembre del año pasado, no es menos cierto que obtuvo un millón quinientos mil votos más que su oponente más cercano, en este caso Piñera.
Pasada la euforía inicial, el desacomodo producido por la perdida de candidatos emblemáticos en la Democracia Cristiana (debido a lo que a nuestro juicio fue una pésima negociación dirigida por Adolfo Zaldívar de la plantilla parlamentaria), y algunos errores cometidos por la propia candidata tratando de volver a acomodar las fuerzas dentro de su propio comando, Michelle Bachelet demostró nuevamente esa capacidad de resciliencia que tanto se ha destacado de su carácter. Esto es como volver a levantarse para salir victoriosos de un entuerto mayor. Y por supuesto los "expertos electorales" sacaron cuentas alegres de lo que sucedería. Sin duda la suma burda de votos entre Lavín y Piñera es una químera que hoy a pocas horas de la elección presidencial muy pocos estan dispuestos a sostener, aún incluso en las propias filas de la derecha.
Si bien es cierto Lavín y Piñera sumaron en primera vuelta más votos que Bachelet, dicho 48,63% no será siquiera una cifra cercana de lo que Piñera obtendrá en el ballotage. Y ello porque es un hecho más que claro que alguna fuga de votos de Lavín se transpasaran a Bachelet o bien muchos votos de Lavín serán nulos en segunda vuelta. Nuevamente los expertos electorales han señalado un transpaso de voto de Lavín a Piñera, que siendo optimistas llegaría al 80% de la votación del primero hacia el segundo. Y es que la UDI si bien apostó a Piñera con la posibilidad de hacerse del poder en un primer momento, luego del desastroso y magro resultado de Piñera en el debate junto a Bachelet, comenzó un repliegue que le permita estrategicamente dos cosas: En primer lugar que Piñera obtenga en esta segunda vuelta menos votos que los obtenidos en el ballotage de enero de 2000 por Joaquín Lavín, a fin de que Piñera vea debilitada tras su derrota electoral de este domingo su capacidad de liderar la derecha entre los años 2006 y 2010, y así evitar que el empresario vuelva a ser candidato en 2009, dejando de paso el camino abierto para que Longueira postule como representante de la Alianza, en una batalla que promete (si se elimina el sistema binominal ser más sangrienta que la batalla al interior de la ex Alianza por Chile en 2005). En segundo lugar, y como consecuencia de lo anterior, la UDI mantendrá de aquí al domingo una postura del "mínimo esfuerzo" en campaña, ello significará que apoyarán a Piñera (su otrora gran enemigo) en lo formal, pero en la practica no harán el trabajo como si el candidato fuese suyo. Esto ya puede verse en terreno donde Alcaldes y dirigentes UDI han realizado un trabajo que les permita apelar a la lealtad de estos en cuatro años más sin que RN y Piñera puedan decirles que no se jugaron a fondo por la campaña del empresario en 2006.
Por su parte Piñera ha perdido el control de su discurso y varias veces la ansiedad lo ha tomado por asalto. No sólo su mal desempeño en el debate presidencial le jugó una mala pasada, donde sin duda la agresividad y los nervios se hicieron patentes, sino además sus ataques reiterados en contra del Presidente Lagos han desviado la atención hacia su verdadera contricante que se ha permitido no contestar a las que a estas alturas podríamos señalar como bravuconadas de Piñera, y que lo han hecho a juicio de los chilenos mucho menos creíble y honesto que Bachelet según lo señaló la encuesta Time Research post debate. A su turno el candidato de la derecha no ha podido controlar a sus propios parlamentarios en la discusión de proyectos de ley enviados por el Gobierno para torpedear sus pretensiones al Congreso, demostrado la incapacidad de gobernabilidad de una coalición que a estas alturas no parece un pacto de socios.
En este orden de cosas, y apelando a la simple sumatoria, Michelle Bachelet al igual que Ricardo Lagos en 2000, recibirá en forma mayoritaría la votación de Tomás Hirsch en segunda vuelta lo que le permitirá erigirse como la Primera Presidenta de Chile, hecho que sin duda marcará un precedente histórico y cultural en nuestra Nación.
Si tuviesemos que hacer una apuesta, y siendo conservadores (ya que gran parte de la votación de ambos dependerá de que sucederá con el voto de Lavín en primera vuelta), podríamos señalar que una vez que se abran las urnas este domingo los resultados serán: Michelle Bachelet: 52% a 53%, Sebastián Piñera 47% a 48%. Incluso Bachelet puede empinarse más allá del 53% lo que sería a todas luces un triunfo más que holgado.

Wednesday, January 04, 2006

Artículo publicado en el Diario Electrónico El Mostrador - 22 de Noviembre de 2003



N.del.A: "El texto que acompaño a continuación fue escrito el 22 de Noviembre de 2003, esto es, el mismo día en que con mis compañeros Nicolás Pavez (hoy Concejal de Colina), Sebastián Llanten (hoy Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Diego Portales) y Alfredo Vial dejabamos la Federación de Estudiantes de la Universidad Diego Portales. Coincidentemente a nuestra partida de una Federación que le volvió la dignidad a la dirigencia estudiantil en nuestra Universidad, llegaban vía elección popular en varias universidades jóvenes que se decían apolíticos e independientes... Hoy casi tres años después la cita final del poeta Paul Verlaine se cumplió premonitoriamente para todos ellos, muchos de éstos son hoy connotados miembros de partidos políticos de derecha o bien apoyan a su candidato presidencial Sebastián Piñera. Es gracioso pero hace tres años los mismos nos vilipendiaban por hacer política en las Universidades, hoy cada uno de ellos ha entendido finalmente que cuando se dedica la vida al servicio público se hace política, y que ésta es mucho más importante que pequeños y mezquinos intereses."

En la foto: De pie de izquierda a derecha: Mauricio Reyes Opazo, Sebastián Llantén Morales, Raúl Morales Oyarzún. Sentados: José Gabriel Alemparte Mery, Nicolás Pavez Cuevas y Alfredo Vial Rodríguez.


22 de Noviembre del 2003 -Publicado en el Diario EL MOSTRADOR

El malestar de la independencia
por José Gabriel Alemparte Mery *


Por éstos días pareciéramos asistir al regocijo de El Mercurio y otros medios con la llegada de los “Estudiantes Independientes” a las diversas federaciones estudiantiles, siendo paradigmáticos los casos de la FECH, con la elección de Luis San Martín, y la FEUC, con la reciente elección de Julio Pertuzé, ambos estudiantes que dicen estar alejados de los partidos políticos. ¿Qué se esconde tras el trabajo de los independientes? ¿Debilitan la democracia universitaria los llamados sectores independientes que se alzan para resolver los “problemas reales de los estudiantes”?
La reciente elección de las Directivas a la FECH y la FEUC -sumado a los recientes triunfos de listas independientes en universidades no tradicionales y de regiones- llama poderosamente la atención de una nueva “clase” política y dirigencial que se identifica con la independencia en un discurso claramente crítico ante la inserción de los partidos políticos en las Universidades y con un discurso que se define más ligado a los “verdaderos intereses reales de los estudiantes”.
Ello no hace sino afirmar un par de ideas que resulta importante comenzar a vislumbrar desde ya. En primer lugar el juego de la independencia de los movimientos universitarios es peligroso, en especial en cuanto practique un estado de negación hacia la política entendida como “ese arte tan noble, pero tan difícil”, esto es la política como el medio para alcanzar ciertos ideales que todos los seres humanos aspiramos. En segundo lugar, concebir la dirigencia estudiantil como organismos resolutorios de conflictos o expectativas de los estudiantes, entendiendo a las federaciones de estudiantes como verdaderas “gerencias” o “direcciones de bienestar estudiantil”, las aleja del verdadero propósito que éstas tienen como movimientos regeneradores de pensamiento y de liderazgo dentro de las sociedades modernas; no es menor que movimientos políticos importantes de nuestra vida republicana hayan nacido precisamente de éste seno.
Por lo anterior, reducir las experiencias de la dirigencia estudiantil a la administración de “los intereses reales de la gente”, autolimita el verdadero rol que éstos entes tienen, lo que generará al corto plazo gestiones eficientes en la administración, pero al largo plazo administraciones pobres en ideas renovadoras del pensamiento político y social de Chile. Además de una tremenda frustración -en términos generales- respecto de lo que nuestros líderes tienen y pueden proponer para nuestra sociedad.
En tercer lugar, tras los discursos de supuesta independencia vive el futuro de ciertos sectores políticos; ello tiene que ver con el desgaste de los partidos y sus militantes comprometidos -algo que de hecho es de conocimiento público- lo que hace más fácil captar el voto descontento, pero más difícil disfrazar la verdadera intención. No se deja de hacer política por el hecho de decir que no se realiza tal actividad. Aquellos que pontifican su independencia política se postulan a cargos públicos, y por ende políticos. Esto corre para todas las organizaciones desde las federaciones de estudiantes hasta la Presidencia de la República. No existe por tanto nada más ilusorio que la independencia, sobre todo en política; ello, porqué los seres humanos aspiramos a construir y alcanzar ciertos ideales que unos y otros persiguen de diferentes formas, pero que, al final del día, se habrá intentado a través de la acción política. Con lo anterior nos queda observar con la mayor cautela y desconfianza a los que niegan lo que de verdad son. No vaya a ser que las palabras del poeta Paul Verlaine les caigan como anillo al dedo en el futuro: La independencia siempre fue mi deseo, la dependencia siempre fue mi destino...”
(*) Estudiante de Derecho. Vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Diego Portales.

Introducción a un estudio sobre la Prensa - Ensayos Políticos y Morales - Justo Arteaga Alemparte 1834-1881

"La prensa no ha estado jamás llamada a traer ni preparar las revoluciones por la vía de las armas. Al contrario: La prensa ha venido a hacer que la discusión ganando la delantera a las bayonetas, reemplace las balas por las ideas, las espadas por las plumas, el ruido de los trenes de artíllería por el de las prensas a vapor, y en vez de sangre corra a torrentes, si se quiere la tinta. Su misión es, pues, eminentemente pacífica y conciliadora. Desde que abandona esa senda se traiciona a sí misma y también traiciona a la sociedad."

Justo Arteaga Alemparte, (1834-1881) periodista y diputado liberal.


El espacio cibernético nos entrega la posibilidad de cruzar miles de millones de informaciones por segundo con tan sólo apretar teclas. En el mundo globalizado de hoy en día el presupuesto de una prensa libre, veraz y eficiente parece ante todo una realidad concreta y real. Pero no debemos olvidar jamás que no hasta hace mucho en Chile, cierta prensa fue servil a los intereses de los poderosos, cométiendo abusos oscuros que muchas veces costaron la vida a miles por la falta de valentía y la obsecuencia de determinados medios.
En este espacio podrán encontrar algunas opiniones, sobre los más diversos temas nacionales e internacionales, que pretenden ser un aporte, y a la vez una denuncia, a dicha prensa. Con mucha modestía pongo a disposición algunas aventuras del pensamiento como una ventana más para contribuir a ensanchar los espacios de discusión.


José Gabriel Alemparte Mery, Enero de 2006

Tuesday, January 03, 2006

Carta publicada en el Diario La Nación Domingo, del 26 de Junio de 2005

"Esta carta al director fue publicada por el diario La Nación Domingo, a propósito del comentario de un reportaje aparecido el día domingo 19 de Junio de 2005 (http://www.lanacion.cl/prontus_noticias/site/edic/2005_06_26_1/home/home.html) en que se calculaba en 1.400 millones de pesos lo ganado por Sebastián Piñera en aquél entonces desde el lanzamiento de su candidatura presidencial en operaciones transadas en la Bolsa de Valores. Obviamente el problema ético no radica en lo que pueda ganar el abanderado de RN, por cierto que ello no es criticable, lo que si parece a todas luces algo más que grave es la relación estrecha y por cierto oscura entre política y dinero, y por ende entre política e intereses personales. Sólo hago eco de lo dicho por personas como el Senador de la UDI, Jovino Novoa quien en la edición de Diciembre de 2005 de la Revista Cosas, aseguró en una entrevista; "No se puede hacer negocios y estar en política al mismo tiempo", a buen entendedor pocas palabras.
La misma carta fue enviada con la modificaciones del caso a los diarios El Mercurio y La Tercera que no quisieron publicarla"


La Nacion Domingo - 26 de Junio de 2005

Señor Director:
Con asombro y estupor he leído el reportaje de La Nación Domingo referido a las rentables inversiones de Sebastián Piñera en los últimos meses, especialmente luego de que el consejo de Renovación Nacional lo proclamara candidato presidencial. Lo interesante es que hasta aquí el propio candidato ha declarado que de llegar a la Presidencia renunciará a los directorios de sus empresas para que éstas sean administradas por terceros. Lo relevante de sus declaraciones es que Piñera no demuestra ninguna intención en dejar los negocios antes de las elecciones de diciembre. Lo anterior hace que Piñera le pida a los electores un acto de extrema confianza a la hora de votar por su persona.
Con todo, las promesas se las lleva el viento y sería interesante que si Piñera está de verdad interesado en llegar a La Moneda abandone de inmediato todos los directorios de los que participa, aclare cómo va a financiar la campaña presidencial, y lo más relevante: qué grado de compromiso monetario tendrá con sus candidatos a senadores y diputados.
J. Gabriel Alemparte Mery

Escrito en el mes de Junio de 2005.


N del A: "Este artículo fue escrito por mí, un mes después de la irrupción de Sebastián Piñera en el Consejo Ampliado de Renovación Nacional, donde con 2/3 de los votos se alzó como la segunda opción presidencial de la debilitada Alianza por Chile. Si bien las cosas han cambiado, y ya vivimos el descenlace de la primera vuelta presidencial es bueno tener en cuenta algunos antecedentes de lo que era Piñera a un mes del inició de su carrera presidencial. Por éstos días debiese aparecer un artículo en esta misma página que permitan extender este artículo a los meses siguientes a él, y por supuesto a los resultados de la primera y los vaticinios de lo que a mi juicio sucederá en la segunda vuelta presidencial. Agreguemos además que este artículo fue escrito sólo algunas después que Soledad Alvear depusiera su candidatura presidencial". (José Gabriel Alemparte Mery, Enero de 2006)



Piñera y Lavín; La derrota de las Encuestas

Por J. Gabriel Alemparte Mery*


La reciente aparición de dos nuevas encuestas elaboradas por Benchmark y Time Research, nuevamente despiertan las pasiones en la derecha, y han hecho que la batalla al interior de la Alianza sea cada vez más incierta. Con todo ambos estudios nos permiten comprobar que hasta aquí podemos empezar a vislumbrar a Joaquín Lavín como el gran perdedor, al concitar un contrario voto duro cercano al 51% de los encuestados, que señaló que no votaría bajo ninguna circunstancia por el Ex Alcalde. Pero además nos permite señalar algo que se hace cada día más patente, y esto es, que Sebastián Piñera no ha logrado levantar una candidatura que hasta aquí sólo se ve contagiada de la personalidad hiperkinetica del candidato pero que de cierta forma comienza a carecer de apoyo político y social, algo muy similar a lo que sucedió con José Piñera en 1993, cuando el entonces hermano del actual candidato levantó una candidatura testimonial que en un principio se erigió como la gran alternativa de captar el voto centrista y descontento, apoyado de importantes segmentos de “independientes”, pero que a la larga sucumbió ante la derecha tradicional compuesta por la UDI y RN que terminaron por apoyar al candidato del sector, el entonces Senador Arturo Alessandri Besa.

La irrupción de Piñera minó definitivamente las posibilidades que la derecha chilena alcance el triunfo en diciembre de 2005. Ello por cuanto si bien Piñera significó a principios de mayo una nueva novedad política que supondría un reacomodo de las fuerzas políticas chilena, lo cierto es que casi un mes y medio después pareciera que todo el efecto mediático conseguido en un primer momento comenzó a desvanecerse y logró un inmovilismo que comienza a percibirse poco a poco en las filas de la candidatura del ex Senador. Y es que lo dramático de todo lo visto hasta aquí en la lucha fraticida que impuso Piñera en la derecha, es que éste último sólo logró producir una merma significativa de votantes a la candidatura de Joaquín Lavín, mientras que ya no logró capturar el voto centrista y descontento de la Democracia Cristiana. Ello resulta claro cuando la encuesta Time Research señala que la votación de Alvear que hasta el momento de su retiro oscilaba entre un 9% y un 13% de apoyo, se mudó en un 53% hacia Bachelet y no a la candidatura de Piñera, que era en definitiva la única y última posibilidad de poder lograr un crecimiento. El golpe de efecto no pudo lograrse. Es más el propio Piñera comienza poco a poco a disputar los mismos votos con Lavín. Paradigmático resulta que ambos empaten técnicamente en el voto presidencial por grupo socioeconómico con un 28% cada uno en los sectores ABC1, mientras que Piñera claramente no ha sabido llegar a los sectores populares (Grupo Socioeconómico D, donde presenta solo un 16% de apoyo).

La única posibilidad de crecimiento del ex Presidente de Renovación Nacional está o más bien estaba en la posibilidad de capturar el voto descontento, principalmente de clase media, de entre 35 y 55 años, más conservadora desde el punto de vista de los temas valóricos, y que por lo general apoyaba a sectores más ligados al mundo Demócrata Cristiano de corte más derechista. Quizás en ello la rápida acción del Presidente de la Democracia Cristiana, Adolfo Zaldívar puso rápido atajo a una posible fuga de votos de la alicaída candidatura de Soledad Alvear, una vez que la propia Ex Ministra se retiró del ruedo presidencial, y le endosó en su mayoría la votación a Michelle Bachelet. Piñera a su vez sólo captura un 26% de la votación de Alvear, lo cual junto a la votación que le quita a su socio político de la UDI, esto es un 32%, le permite hoy exhibir un escuálido 21% o 18% dependiendo de la encuesta que se mire. El problema es que es Lavín cada vez más disminuido no logra aportar una votación que sume a Piñera o viceversa, lo cual claramente demuestra que en una posible segunda vuelta presidencial ambos candidatos serían ampliamente derrotados por Michelle Bachelet.

Piñera a diferencia de Lavín carece de un sustento político real y sólido con bases profundas y arraigadas en sectores populares, algo que la UDI si ha logrado, y por ello Piñera es tan sólo percibido como un candidato de la elite política y económica de Chile. La propia encuesta Benchmark lo ejemplifica demostrando que en los sectores medios y bajos, Piñera sólo suma un 19% y un 16% respectivamente, mientras que en los sectores altos alcanza un 28%, contra un candidato como Lavín que en lo sectores más populares alcanza casi diez puntos más que Piñera con un 25% de apoyo. En ese sentido el liderazgo de Lavín resulta más estable, aunque su votación contraria resulta abismante, con un 51% de personas que señalan que jamás votarían por el candidato de la UDI.

Lo cierto es que faltan algo más de cinco meses y medio para la próxima elección presidencial, senatorial y de diputaciones, y hasta aquí las cosas para una derecha dividida no van bien, y no se auguran mejores, ya que la competencia fraticida entre ambos candidatos se va a ver cada vez más amplificada cuando en cada distrito y circunscripción los candidatos compitan por cada uno de sus candidatos presidenciales de forma separada. Sin duda el trabajo de candidatos como Jovino Novoa y Carmen Ibáñez en la Circunscripción Santiago Poniente, o de Pablo Longueira y Lily Pérez en la Circunscripción Santiago Oriente no va a tender a sumar esfuerzos para capturar votos hacia la derecha, sino que va a profundizar más las rencillas y divisiones internas lo que debilitará las candidaturas de Piñera y Lavín respectivamente. Ello deberá amplificarse además a los sesenta distritos electorales del país, y a las circunscripciones donde se elijan Senadores en esta ocasión. Mientras tanto los diferentes candidatos de la Concertación pese a la competencia tenderán a sumar hacia la candidata presidencial. Sin duda el panorama nuevamente es sombrío para la derecha, y la única posibilidad de salida para aminorar el daño interno será el retiro de alguno de los candidatos presidenciales, algo que hasta aquí es bastante improbable.

A todo el poco auspicioso panorama anterior debe sumarse la fortaleza de la candidatura de Michelle Bachelet que presenta un apoyo cercano al 47% o al 46% dependiendo de la encuesta que se mire, y quien no ha mermado su sólido apoyo pese a la escasa presencia mediática que ha tenido, la falta del cierre de una plantilla parlamentaria y el apoyo formal que se espera que le otorgue la Junta Demócrata Cristiana este 15 de Julio. Transcurrido dicho plazo, y de mantenerse en las encuestas en el mes que resta hasta que la DC le entregue el apoyo oficial a Bachelet, la candidata de la Concertación será difícil de derrotar debido a que esta presenta un apoyo sólido incluso cuando se analizan los atributos de los candidatos por separado, y en donde Bachelet presenta fortalezas frente a temas donde la derecha suele tener más apoyo como la mejora de la economía con un 35%, la capacidad de dar mayor empleo con un 39%, el combate a la delincuencia con un 37%, la mejora de la salud con un 51% entre otras.

A ello debe sumarse además el cambio de asuntos y preocupaciones de los chilenos a la hora de votar. En ese sentido el sostenido crecimiento económico experimentado por nuestro país en los últimos años, y particularmente en el curso de este, y la preocupación del Gobierno del Presidente Ricardo Lagos en dicha materia acompañado de la baja en la cesantía a nivel nacional hacen que una vez más los temas económicos y de empleo estén dentro de la opciones que los chilenos tienen a la hora de votar. Sin duda este será un tema prioritario en los próximos meses, y nos hará recordar lo que el historiador económico ingles Niall Ferguson nos señala en su libro “Dinero y Poder”, y es que “El éxito económico asegura la reelección, y por ende un mal funcionamiento económico conduce a la derrota electoral, en dicho sentido el voto económico funciona como un resorte profundo en la mente de los ciudadanos”. En este sentido recordaremos cada vez más profundamente el lema de campaña de Bill Clinton que permitió la derrota de G.H.Bush en 1992, “It´s economy stupid!!!”.
* J. Gabriel Alemparte, es egresado de Derecho de la Universidad Diego Portales, ex Vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Diego Portales.

Cuando Astérix dijo no al imperio - Publicado el 31 de Mayo de 2005


Cuando Astérix dijo no al Imperio
Por José Gabriel Alemparte Mery[1]


Las consecuencias al no de los franceses a la Constitución Europea tendrá consecuencias impensadas en la forma de volver a concebir Europa de aquí en adelante, no por nada el propio Presidente Jacques Chirac, apremiado la semana pasada por la inminente derrota, señaló a la Carta Europea como “la hija de 1789" haciendo alusión directa a la importancia y la responsabilidad histórica que tenía para los franceses la aprobación de la Constitución Europea. Por ahora, la desazón se ha impuesto en Francia y la Unión Europea ha entrado en una profunda crisis. Sin más en Francia este lunes ya comienzan a avisorarse los primeros efectos del aplastante NO a la Constitución. En el plano interno un gran perdedor Jean Pierre Raffarin y las políticas impulsadas por el propio Chirac, y un gran ganador la resistencia de los franceses que convirtieron el NO en una forma de hacer frente al malestar de la derecha de Chirac y la forma en que este ha conducido la política francesa en los últimos años. Además con ellos, emerge la figura de Nicolás Sarkozy, el niño díscolo de la política francesa y el más seguro sucesor de Raffarin como Primer Ministro francés.

Tarde la noche del domingo y cuando las urnas arrojaban un aplastante 54,89% para el rechazo, el Presidente Jacques Chirac reconoció la derrota para su gobierno en las urnas señalando, “Se trata de vuestra decisión soberana, y me la notifico en el acto”. Sin duda se trata de la decisión soberana más fuerte contra el gobierno de Chirac luego de que este llegara al poder luego de una elección donde la segunda vuelta fue entre él como representante de la derecha y el ultra derechista Jean Marie Le Pen. Es quizás el resultado de esa segunda vuelta fue la que sin duda marcó el ideario político de Chirac en estos años. Estaba claro, Chirac había llegado con el apoyo de la izquierda y en especial del Partido Socialista Francés, luego que el candidato de éste, no consiguiera los votos suficientes para evitar que Le Pen pasara al ballotage. Quizás ese triunfo apoyado por fuerzas que no eran las propias es lo que el propio Chirac no supo interpretar, más aún cuando en el último año los franceses que le votaron precisamente por la amenaza que representaba Le Pen a la República, vienen insistiendo en el descontento social que producen las políticas económicas y sociales sostenidas por la derecha francesa. Porque si existe un culpable de la derrota del tratado constitucional europeo en Francia, es aquello que los propios franceses llaman el “mécontent social” o el descontento social.

Y es que el tratado constitucional europeo sirvió en su proceso de aprobación como un ejercicio catártico contra el gobierno de Chirac, más que contra la aspiración europeizante de crear una Unión Europea sólida y definitiva, ello se explica con el OUI o el SI apoyado por el propio Partido Socialista francés que en esto sostuvo su política de defender la construcción de una Europa unida más allá del descontento social que sus propias bases denunciaban hace largo tiempo. Prueba de lo anterior es la propia declaración de François Hollande, Presidente del Partido Socialista francés titulada “La France viens de dire NON” (Francia viene de decir que NO) en donde el propio Hollande señala que; “Este voto se traduce en la amplitud de la crisis profunda que vive nuestro país. Los franceses han hecho esto patente una vez más, más aún cuando a nuestros ojos no era el momento de hacerlo, pero es la cólera y la exasperación ante un Jefe de Estado que no entendió ni quiso entender los mensajes que le fueron llegando. Cólera y exasperación también contra el Primer Ministro donde la política no es más que un juego de ajedrez. El rechazo al Tratado es ante todo el rechazo al poder, sin duda es una decisión política mayor que nos acompañará por largo tiempo y que resulta tremendamente grave para Europa”. Es que las palabras de François Hollande definen con precisión la naturaleza de la crisis institucional que emerge luego de esta votación. El NO significó sin lugar a dudas el rechazo a una manera de dirección del poder, lo lamentable de este episodio es que sienta un triste precedente a la hora de perseguir la aprobación del Tratado en los demás países europeos, ya que las crisis internas determinaran la naturaleza del voto contrario a la Constitución Europea. Ello no es menor, de hecho al ser aprobada en España hace unos meses, y una vez que ganó el SI, el Presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero lo entendió como un apoyo a su gestión de casi un año al frente de España.

Con todo aparte del riesgo que implican las crisis internas para la Constitución Europea, sin lugar a dudas y en plano internacional, Europa tendrá una debilidad de nacimiento, ello se prueba en el rechazo a la Constitución, pero además carecerá de la institucionalidad requerida manteniendo el status jurídico que ha tenido hasta aquí. Ello retrasa el ideario europeo, mucho más allá de lo que los propios líderes europeos están dispuestos a reconocer. En este sentido, José Manuel Durao Barroso, Presidente de la Comisión Europea y ex Primer Ministro portugués se apuró en bajar los decibeles del problema que surge hoy en torno al rechazo francés a la Carta Europea.

Pero sin duda, la tormenta no solo ha explotado en toda Europa, sino que en Francia habrán esta semana radicales cambios en la forma de concebir el poder. Por lo pronto se espera que este 31 de Mayo, Chirac defina al sucesor de Raffarin como Primer Ministro (ya es un hecho que el Primer Ministro será la cabeza que habrá que cortar si se quiere entender el porqué del NO). Pero aquí surge una interesante disputa que habrá que observar con cautela en los próximos días. Entre los posibles sucesores de Raffarin están el Ministro del Interior y ex Ministro de Relaciones Exteriores francés, Dominique de Villepin (familiar para muchos chilenos porque fue quien se opuso en el Consejo de Seguridad de la ONU a la invasión estadounidense en Irak), y el niño díscolo de la política francesa, Nicolás Sarkozy. Este último es el favorito para suceder a Raffarin en Matignon.

Pero la historia de desencuentros de Raffarin con el pueblo francés se suceden con prontitud por estos días. “Les Raffarinades”, esto es las expresiones desatinadas del Primer Ministro francés han sido en los últimos años pan de cada día. Conocida es la vez que Raffarin señaló que la “Francia de abajo” (refiriendose a la Francia de escasos recursos) no era una categoría social sino un mestizaje social, acrecentando las críticas por su racismo y su desinteligencia. A ello debe sumarse los proyectos impulsados por el propio Primer Ministro para modificar la jornada laboral, bajar la indemnización por cesantía que provocaron la ira de los franceses e hicieron estallar protestas en toda Francia. Ello sumado al pésimo manejo que tuvo el Raffarin frente a la ola de calor que asoló a Francia en Agosto de 2003, lo cual repercutió en las elecciones regionales de Marzo de 2004 donde la izquierda se impuso, recuperándose de la derrota histórica que llevó a Chirac al poder. Y aunque la derrota de la derecha fue contundente en esas elecciones la figura de Sarkozy volvió a elevarse cuando el líder de la UMP se retira del Gobierno y del Ministerio de Economía, mientras que Raffarin seguía cometiendo errores y enfrentandose a los sindicatos. Es que Sarkozy es un político con un tremendo olfato, muchos lo sindican como el sucesor natural de Chirac, joven, inteligente y por sobre todo astuto en su forma de hacer política. No por nada Sarkozy fue el primero en entender que el NO a la Constitución Europea tenía que ver con un asunto interno más que externo, y se aprovecho de canalizar aquello. Hasta aquí el único de los líderes franceses que de cierta manera escuchó el clamor popular frente a los discursos racionales e institucionales de la izquierda francesa, que cooptada por su trabajo histórico en favor de Europa desatendió las necesidades del pueblo francés.

Sin duda Francia esta en la encrucijada, frente a lo que el Diario Le Monde llamó el rechazo de Asterix de ser parte del imperio.

[1]José Gabriel Alemparte Mery, es egresado de Derecho de la Universidad Diego Portales. Ex Vicepresidente de la Federación de Estudiantes de dicha Casa de Estudio entre los años 2002 y 2003.

Artículo Publicado en el Diario Electrónico EL MOSTRADOR - Marzo de 2005


12 de Marzo del 2005 - Publicado en el Diario El Mostrador

El ''gallito'' de Carlos Mesa
por José Gabriel Alemparte Mery *

Carlos Mesa, presidente de Bolivia ha demostrado una capacidad sobrenatural de gobernar la compleja situación política boliviana. La noche del ocho de marzo demostró su liderazgo cuando atravesó en plena noche la Plaza Murillo en la Paz, y rodeado de miles de bolivianos que lo aclamaban, salió del Palacio Quemado para ingresar al Congreso Boliviano, donde sin apuntes, y durante casi media hora, se dirigió al Congreso Pleno que pocos momentos antes había rechazado su renuncia para no sólo confirmarlo en el cargo, sino además para darle la sustentación necesaria para llevar a cabo su programa político y entregarle la legitimidad que las urnas no le han dado. Junto con ello golpeó fuertemente al movimiento indigenista y a los bloqueos de caminos, Mesa se dio el lujo de poner a Bolivia “entre la espada y la pared” y concitar el apoyo de la comunidad internacional.
Hasta hoy todos en Bolivia coinciden que existe un solo gran perdedor que tiene nombre: Evo Morales el Diputado y líder cocalero del MAS.
El domingo por la noche el Presidente de Bolivia Carlos Mesa anunció a los bolivianos su intención de renunciar a la Presidencia de ese convulsionado país altiplanico, en un hecho que demostró una capacidad de negociación y de riesgo político que pocos en el cargo de Mesa están dispuestos a asumir. Mesa corría el riesgo que el complejo ambiente político boliviano representado en el dividido Parlamento no logrará ponerse de acuerdo y perder, dicho sea de paso la Presidencia de Bolivia, además de dejar a Bolivia en una situación insostenible desde el punto de vista institucional que podría incluso haber desembocado en la sublevación de varias zonas como la de Santa Cruz que hasta hace pocas semanas reclamaba su autonomía de La Paz.
Sin duda el cálculo de Mesa a estas alturas, y una vez reconfirmado en la Presidencia parece auspicioso. El “gallito” logrado por el Presidente no sólo le entregó el apoyo popular que necesita para realizar cambios más profundos, sino que consiguió alinear a las fuerzas políticas tras su gobierno. Esto último no es un tema menor. Mesa llegó a la Presidencia luego de la renuncia de “Goni” Sánchez de Lozada quién se autoexilio en Estados Unidos y actualmente esta siendo procesado por crímenes de lesa humanidad como resultado de la represión de las revueltas populares que llevaron a su caída y a su entonces ex amigo Carlos Mesa desde la Vicepresidencia al Palacio Quemado en Octubre de 2003.
Mesa no provenía de las lídes políticas, sino más bien de la arena académica. Carlos Mesa Gilbert de cincuenta y un años, es periodista e historiador, además de haberse especializado en España en literatura. Su participación política era escasa, además de no pertenecer a ningún partido político era un independiente que llegó a la Vicepresidencia de la mano de su entonces amigo Gonzalo Sánchez de Lozada. Su cercanía a la Presidencia de Bolivia sólo se reducía hasta entonces a la autoría del libro, “Presidentes de Bolivia; entre las urnas y los fusiles” en el año 1983 y a la conducción de un noticiario de televisión. De allí quizás su gran capacidad de oratoria, su histrionismo y la posibilidad de gran improvisación que demostró en su discurso ante el Congreso Pleno esta semana.
Pero Mesa nos recuerda a esos políticos que están en el momento preciso y en el lugar correcto cuando las circunstancias lo exigen. Lyndon B. Johnson lo supo al suceder a Kennedy luego de su asesinato en Dallas en la década de 1960. Asimismo, enemistado con Sánchez de Lozada que lo había llevado de compañero de formula, el quiebre definitivo se dio con una entrevista que Mesa dio en los días en que miles de bolivianos exigían la salida de Sánchez de Lozada. Mesa señaló entonces que no estaba dispuesto a “matar” a los miles de bolivianos que habían salido a las calles, cosa que si sucedió con la represión que vino de parte del entonces debilitado Presidente. Horas más tarde y mientras Sánchez de Lozada dejaba el país en un avión con dirección a Estados Unidos, Mesa se juramentó para iniciar un Gobierno no exento de crisis y en donde la situación del mar chileno se transformó en su forma de aglutinar y concitar apoyo de la comunidad local. Conocido fue su discurso en Monterrey donde el propio Presidente Lagos tuvo que enfrentarlo.
Pero más allá de lo anecdótico, lo de ésta semana marca un antes y un después en la presidencia de Mesa, ello por cuanto su “gallito” logró en primer lugar hacer salir a las calles a miles de bolivianos que aún confían en su gestión, en segundo lugar lo posicionó como una víctima del descreído sistema político boliviano frente a la ciudadanía, lo cual a estas alturas no es un hecho menor y le dio, por lo tanto, la legitimidad para exigir a los partidos políticos bolivianos el alineamiento con su gobierno en dos asuntos fundamentales. Por una parte la disposición de Mesa de llevar adelante una Ley de Hidrocarburos que asegure que las grandes reservas de gas de Bolivia sigan en manos estatales, pero que en su explotación participen capitales privados, como asimismo la convocatoria a una Asamblea Constituyente que dote a Bolivia de una nueva Constitución que resuelva el gran problema de la autonomía de las regiones del este boliviano, en especial, de la provincia de Santa Cruz, zona altamente productiva e industrializada, que resiente de la Bolivia indígena que representa La Paz, con el consabido drama racial y étnico que producen estas disputas.
Pero más allá de cualquier asunto, el triunfo de Mesa es político, tanto en el plano interno como en el externo. En el plano interno Mesa logró con el “gallito” satanizar a Evo Morales y a los líderes cocaleros y vecinales de la zona de El Alto. Dichos sectores han permitido el bloqueo de caminos, lo que sin duda a logrado distanciar aún más a las clases medias y altas de la causa indígena, e incluso ha significado a las clases populares el alejamiento de las reivindicaciones de Morales y su partido el MAS. Mesa ha llamado a “reflexionar” a Morales, culpándolo hábilmente de todos los males que acechan a Bolivia, e incluso éste último ha quedado tremendamente incomodo ante el rechazo de su sector político de la hábil movida de Mesa quien goza de un amplio apoyo popular.
Pero uno de los asuntos más interesantes ha estado en la carta blanca que ha entregado la comunidad internacional a Mesa. Tanto Estados Unidos como Europa, y gran parte de América Latina se pronunciaron con sus Cancillerías muy temprano a favor de Mesa. Sin duda este apoyo le ha permitido que los bloques políticos en el Congreso de Bolivia le hayan entregado un rechazo a su renuncia, además de que organismos internacionales de crédito como el FMI se encuentran hace mucho tras la posibilidad de que Mesa concrete su anhelada Ley de Hidrocarburos (muchos han llegado a señalar que de no concretarse ésta, la condición de pago de la deuda externa boliviana se vería altamente comprometida).
Capítulo aparte merece la actitud del Gobierno chileno frente a la renuncia de Mesa. Temprano el lunes por la mañana el Ministro Secretario General de Gobierno Francisco Vidal salió al paso y declaró la no intromisión de Chile en asuntos internos. Algo que a esas alturas sonaba extraño frente al apoyo recibido por otras cancillerías. Incluso el propio Canciller Walker de visita en Estados Unidos y Canadá señaló escuetamente estar siguiendo de cerca la crisis boliviana. La actitud de Chile deja entrever una cautela especial frente a la crisis boliviana, quizás como recuerdo de otras similares como la caída de Hugo Chávez hace algunos años, hecho que le costó el cargo al Embajador de Chile en Venezuela. Pero lo interesante de este silencio ecuánime que caracterizó a Chile, resulta de la escasa información que a veces pareciera existir en Chile sobre nuestro vecino altiplanico. De aquí en adelante, no se debe desmerecer el vigor que adquiere en términos políticos Mesa, lo que puede complicar a Chile en los próximos meses en los cuales, Mesa una vez más, intentará reflotar el tema de la mediterraneidad para concitar el apoyo interno que tanto necesita. Complejo escenario el que se espera para los próximos meses en las relaciones con Chile.
Mesa es quizás uno de los políticos más hábiles que tiene Bolivia en estos momentos y, por tanto, es hora de empezar a tomarlo en serio y ser capaces de saber con anticipación que el mar nuevamente será su bandera de lucha de aquí a 2007 cuando finalice su gestión.
En último término muchos echamos de menos la posición de José Miguel Insulza frente a la crisis boliviana esta semana. El candidato a Secretario General de la OEA debería haber sido capaz de canalizar la solución de la crisis para su propia candidatura. Esta era quizás la primera vez que Insulza, siendo candidato, podría haber establecido su pauta frente al tema boliviano e institucional, lo que le habría dado valor agregado a su candidatura, y lo habría posicionado como Secretario ad portas de la OEA. Con todo es de esperar que en los próximos meses Bolivia pueda retomar la senda del progreso y salir de la pobreza en la cual viven millones de bolivianos y conseguir con ello la estabilidad que nuestros vecinos merecen.
José Gabriel Alemparte Mery. Ex Vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Diego Portales, Egresado de la Escuela de Derecho de la misma Universidad.

Monday, January 02, 2006

Artículo Publicado en EL MOSTRADOR - Enero de 2005

15 de Enero del 2005 - Publicado en el Diario Electrónico El Mostrador

Lo que está detrás de la pugna en la DC
por José Gabriel Alemparte Mery *

Mucho se ha comentado por estos días lo que se juega el Partido Demócrata Cristiano en su próxima Junta Nacional. La definición del precandidato presidencial del sector ha enfrascado la discusión en torno a la ex canciller Soledad Alvear y el Presidente Nacional del Partido, Adolfo Zaldívar.
Pero más allá de los liderazgos personales lo que está en juego tras esta disputa es mucho más profundo de lo que muchos dentro del propio partido suponen. Se trata, sin lugar a dudas, de una definición que puede marcar al PDC en lo que será su actuar dentro de los próximos meses.
Revisemos algunos de los hitos esenciales que podrían definir esta disputa. Por una parte se encuentra el liderazgo de Soledad Alvear, liderazgo que a estas alturas nadie discute y que se basa fundamentalmente en el apoyo ciudadano que ésta tiene (para muestra bastan dos recientes encuestas de opinión -IDEP-UNAB y CEP-, que la muestran en tercer lugar después de Michelle Bachelet y Joaquín Lavín). Pero lo más interesante de dichos sondeos de opinión radica en que dentro de aquéllos votantes que se inclinan por el propio PDC, Alvear consigue un apoyo sólido (59%) mientras que Zaldívar sólo consigue un ínfimo 4% del electorado DC, sólo superado por el ex Presidente Frei con un 11%.
Ello demostraría un par de asuntos que resultan relevantes de destacar. Resulta claro que la candidatura de Zaldívar es parte del intento por desconocer la opinión de los propios ciudadanos. El Presidente Nacional del PDC tiene a su favor el hecho de manejar las fuerzas internas de su propio partido (en especial de aquéllos que participan de la Junta con derecho a voto), pero sin duda tanto él, como gran parte de quienes tienen en sus manos dicha decisión requieren de hacerse eco de una supuesta legitimidad necesaria para poder ser electos. El asunto parece simple pero no lo es. Zaldívar tiene un apoyo sólido en la estructura DC, pero carece de apoyo popular. Ello refleja un asunto de profunda significación ya que pese a tener un escaso 4% de apoyo popular posee, según el mismo lo ha señalado, un profundo apoyo de Presidentes Comunales y Regionales del Partido que serán quienes decidan su postulación, lo que sin lugar a dudas se debe a una excelente gestión como Presidente que logró colocar nuevamente al PDC como el partido más votado del país en las últimas elecciones municipales.
Claramente este es un caso de aquéllos en que las camarillas políticas cooptan los espacios de poder, olvidando la principal función que éstas tienen, a saber: la representación de los militantes, simpatizantes y electores de un determinado partido político. Quien desconozca esta realidad puede producir el triunfo de Zaldívar en la próxima Junta DC, pero al largo plazo puede provocar un profundo problema en su partido, ya que el desconocimiento antes señalado produce una deslegitimación y un alejamiento de la ciudadanía de los asuntos políticos, lo que a la larga puede ser más dañino para el PDC que cualquier otra cosa.
Evidentemente tras la candidatura de Adolfo Zaldívar está la posibilidad de tener un espacio de negociación de cupos parlamentarios en la próxima elección parlamentaria (especialmente respecto de la elección de senadores, debido a que el PDC se juega la reelección de varios connotados e importantes miembros de la Cámara Alta), pero se debe tener un especial cuidado con este tipo de maniobras que a estas alturas son percibidas por el ciudadano de a pie como altamente cuestionables. Si Zaldívar, de imponerse en la Junta, logra negociar con Bachelet cargos parlamentarios a cambio de la bajada de su candidatura, puede ganar para el partido importantes cupos parlamentarios, pero a la larga para ello deberá necesariamente sacrificar a Alvear, dejando a grandes sectores de la población sin ser interpretados por lo que la ex canciller representa y generando un profundo malestar que sin lugar a dudas se verá reflejado en el apoyo futuro al PDC. Ya se vio algo de ello con ocasión de la negociación de Zaldívar con el mundo PPD-PS, a cambio del enroque entre Marcelo Trivelli y Jorge Schaulsohn. El resultado fue la derrota de este último ante un débil Raúl Alcaíno, lo que en definitiva podría repetirse con la fuga de amplios sectores del electorado hacia otras candidaturas por no verse representados por Bachelet ni por Lavín, en caso de que Alvear quedase este fin de semana fuera de competencia. O, aún peor, la deslegitimación popular del PDC frente a sus militantes, electores y la base demócrata cristiana, algo que el propio Zaldívar ha contribuido con tanto éxito a lograr.
Alvear tiene una mejor opción para derrotar a Lavín en diciembre de 2005, debido a que la ex canciller no solo tiene la capacidad para hacerlo, sino que además cuando se entre en la dura competencia presidencial, Bachelet deberá intentar convencer a gran parte del voto DC que migrará a la opción de la derecha, tal como ocurrió en 1999, votos que no podrán ser recuperados y que sólo Alvear tendría como un verdadero capital propio.
Sin lugar a dudas, lo que está en juego es mucho más de lo que se percibe,y va más allá de lo que vemos sobre la superficie. Lo que se juega tiene que ver con la capacidad de representación de los ciudadanos por los partidos políticos, más aún si se tiene en cuenta que la última encuesta del IDEP-UNAB aparecida por estos días señala que un 59,6% de los encuestados no se identifica con ningún partido político. Con lo anterior queda meridianamente claro que la opción de Zaldívar representa tal vez un triunfo a corto plazo para poder negociar con una futura candidata Michelle Bachelet, siempre que Zaldívar decida bajarse antes de una posible primaria, ya que de no hacerlo se reeditaría el viejo sueño de ciertos sectores allegados a Zaldívar que postulan un camino propio dentro de la Concertación. Algo que sería altamente perjudicial para poder conseguir un cuarto y exitoso gobierno de la coalición.
Winston Churchill señalaba que la democracia es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás. No vaya a ser que por intentar proyectos personales, que puedan indirectamente beneficiar a un partido a corto plazo, se termine dañando no sólo la opción de Soledad Alvear, quien ha demostrado con creces su capacidad para conducir al país, sino que la credibilidad del PDC y la opción presidencial de la Concertación. Ni más ni menos que eso está en juego en la Junta del Partido Demócrata Cristiano.
José Gabriel Alemparte Mery. Ex Vicepresidente Federación de Estudiantes Universidad Diego Portales.

Artículo Publicado el EL MOSTRADOR - Febrero de 2005


Publicado en el Diario Electrónico El Mostrador, 13 de Febrero de 2005

Uruguay y la Revolución de Tabaré
por José Gabriel Alemparte Mery *

El pasado 31 de Octubre, el Uruguay dio un giro esperado hacia la izquierda. La elección de Tabaré Vázquez como Presidente de la República Oriental del Uruguay representa un cambio paradigmático entre los uruguayos y su política, y es la representación a la resistencia a un sistema neoliberal que ha tenido ahogada a la economía uruguaya desde fines de la década de los '90, y de una modernización de los referentes políticos del Uruguay, que agotado por una política partidista tradicional optó por un cambio profundo y verdadero, hacia la coalición de izquierda.
¿Pero que hay detrás de este Presidente electo y médico oncólogo de sesenta y cuatro años, que visitó junto a José Luis Rodríguez Zapatero, Presidente del Gobierno Español, el Palacio de La Moneda la semana pasada para reunirse con su futuro par chileno? Aquí algunas claves para entender la revolución de Tabaré.
Tabaré Vázquez representa a esos líderes en los cuales los pueblos cifran profundas esperanzas, en ese pequeño país oriental del Uruguay, donde ha sido recientemente electo para encarnar un cambio que los uruguayos hace mucho que esperaban.
Vázquez, médico oncólogo y especialista en radiología de 64 años, ex dirigente deportivo e Intendente de Montevideo llegó a la Presidencia del Uruguay luego de dos intentos fallidos en 1996 y 1999. Sólo en 1999 casi arrebató el triunfo en segunda vuelta, pero la alianza de los sempiternos partidos colorado y blanco llevaron al colorado y derechista Jorge Batlle Ibáñez a la Presidencia del Uruguay, como una nueva forma de imposición de los tradicionales partidos que ha tenido la vida republicana del país oriental. Batlle, perteneciente a una tradicional familia política del Uruguay (es el cuarto Batlle que dirige el país), se impuso a duras penas en 1999 gracias al apoyo del Partido Nacional. Muchos señalaron por entonces que quizás no era el momento de Tabaré, su hora no había llegado aún, sólo llegaría en 2004. La economía uruguaya ya comenzaba a resentir sus efectos producto de la debacle financiera que se anunciaría en 2001 en Argentina y que condenaría finalmente al Gobierno de Batlle. El gobierno de este último no estuvo exento, además, de errores políticos, entre los cuales se contaron las “salidas de madre” del Presidente uruguayo, quien acusó en un programa de televisión de la cadena Bloomberg a sus vecinos argentinos de “corruptos y coimeros”, lo que valió una crisis que se resolvió con Batlle pidiendo disculpas en la Casa Rosada, y con la Juventud del Partido Socialista Uruguayo pidiendo pericias sicológicas al mandatario que era visto con profundas alteraciones anímicas en su mandato. O bien su incapacidad para aportar datos y ayudar a resolver casos de violaciones a los derechos humanos de ciudadanos argentinos en territorio uruguayo bajo la dictadura militar de ambos países en la década de los setenta. O su comentado rompimiento de relaciones diplomáticas con Cuba en donde el mismísimo Fidel Castro lo acusó de ser “un lacayo de Estados Unidos” por su apoyo cerrado al Gobierno de George W. Bush en el episodio de la invasión a Irak. Tantos fueron sus errores que muchos se preguntaron si sería capaz de terminar su mandato y lo fue.
Pero sin duda la semilla del triunfo se podía sentir en la coalición del Frente Amplio, se trataba del principio del fin de un sistemas de partidos políticos tradicionales en torno a los cuales había girado la historia del Uruguay desde la guerra civil de 1836. El Uruguay abría paso a una nueva división de tres tercios (colorados, nacionales y un atomizado y disminuido frenteamplismo que fue creciendo hacia fines de los noventa), y que a la vuelta de la dictadura militar había transado un modelo económico neoliberal que empobreció a grandes sectores de la población uruguaya, acostumbrada a una presencia estatal poderosa que poco a poco en los sucesivos gobiernos colorados y nacionales (léase el colorado Julio Maria Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle -nacional o blanco- o el colorado Batlle) fue disminuyendo en presencia. Principalmente durante los años del gobierno del nacional Lacalle, en los cuales, sus planteamientos neoliberales se concretaron en un amplio programa de reformas de mercado, saneamiento de las finanzas públicas y privatizaciones, que se consideró, por aquel entonces, perentorio para la modernización de las estructuras productivas y la competitividad comercial uruguayas. Estas ambiciosas iniciativas provocaron fisuras en su Gobierno de coalición con el Partido Colorado, que contaba con cuatro ministros, y una fuerte contestación sindical y social, similar a la que enfrentaría Batlle con una comentada huelga-protesta que llegaría a las puertas del boyante balneario de Punta del Este en el período estival uruguayo. Es un hecho que políticamente los uruguayos suelen ser más derechistas y conservadores. No es un dato menor que su población desde la década de los 80 presenta rasgos de envejecimiento crecientes, en donde grandes sectores de la población uruguaya se hacen más viejos, siendo sus tasas de natalidad cada vez más disminuidas. Aunque no es menos cierto que las reformas privatizadoras impulsadas en la década de los noventa, además de la participación en el Mercosur, empobrecieron a grandes segmentos de la sociedad uruguaya, que vio en Tabaré los cambios hacia un modo de entender una sociedad más solidaria y equitativa.
Pero 1999 no fue la oportunidad de Vázquez, la sociedad uruguaya no se atrevió a dar un giro que luego del tropiezo y caída argentina en 2001 se hizo definitivamente necesario e impulsó a los uruguayos, a girar su voto a la izquierda, lo que se acompañó de un discurso más moderado del candidato frenteamplista que si en 1999 prometía hacer cambios que “harían temblar las raíces de los árboles”, en octubre de 2001 y tras su arrasador triunfo con más del 50% de los votos, tendió una mano a sus opositores Guillermo Stirling (Colorado) y Jorge Larrañaga (Nacional).
Tabaré es y será un líder de nuevo corte, cercano al progresismo europeizante. Por ello su visita a Ricardo Lagos y su conversación en Santiago con José Luis Rodríguez Zapatero, además de su cercanía con Lula da Silva. Por ende, Vázquez es más cercano a estos últimos líderes políticos que a Néstor Kirchner, Presidente de Argentina y por supuesto que al trasnochado mandatario venezolano Hugo Chávez. Y su forma de entender la política de cambios será poner la vista en experiencias como la chilena, por eso su cercanía política con el modelo de la Concertación.
Sin duda los uruguayos han cifrado profundas esperanzas en este nuevo momento político que se avecina, en pos de continuar una senda modernizadora que no olvide a los sectores más postergados de la sociedad, que producto de las profundas reformas privatizadoras impulsadas en América Latina a partir de los noventa (lease gobiernos como los de Carlos Menem en Argentina, Gonzalo Sánchez de Losada en Bolivia o Jamil Mahuad en Ecuador), han olvidado que la posibilidad de crecimiento económico debe ir de la mano con condiciones que permitan sostener estados solidarios y equitativos en la distribución de la riqueza para evitar las consiguientes tensiones sociales.
En palabras de un denunciante Joseph E. Stiglitz, Premio Nobel de Economía y ex vicepresidente del Banco Mundial, “Las políticas de ajuste estructural del FMI produjeron hambre y disturbios (…) muchas veces los beneficios se repartieron desproporcionadamente a favor de los más pudientes, mientras que en ocasiones los más pobres se hundían más en su miseria (…) algún dolor era indudablemente necesario, pero a mi juicio el padecido por los países en desarrollo en el proceso de globalización y desarrollo orientado por el FMI y las organizaciones económicas internacionales fue muy superior al necesario”.
Habrá con todo que ver lo que pasará en el vecino Uruguay en los próximos meses. Quizás Tabaré ya ha dado las luces de lo que será un trabajo fructífero al anunciar un plan social que saque a miles de uruguayos de la pobreza. Es de esperar que la suerte y la consecuencia lo acompañen en este camino que inician los uruguayos y que nuevamente los latinoamericanos no tengamos que asistir al vacío de discursos inconsistentes que, como ocurrió con mandatarios como Fernando de la Rúa, terminaron socavando la creencia que los latinoamericanos tenemos en la democracia como sistema político. Sin duda Tabaré interpreta un nuevo tiempo latinoamericano, que como el “Nuevo Tiempo Mexicano” de Carlos Fuentes se interpreta con las palabras siempre lúcidas del intelectual y escritor mexicano, “Ni somos los Estados Unidos de Amnesia (como nuestros vecinos) ni el Reino Borbónico que no olvida nada, pero no aprende nada. (…) ¿Estamos ahora, en el tiempo de la desintegración también de los Estados Nacionales? En este caso ¿Qué los suplantará? ¿Hemos hecho una nación sólo para perderla? Mientras este conflicto entre la nación y la historia se dirime a los niveles planetarios –la aldea global, la aldea tecnológica de Ted Turner y el robot alegre- y local- la aldea local, la aldea memoriosa de Emiliano Zapata y los ídolos de la tribu- yo voto por el progreso con memoria y por la nación con democracia.” Esta última es la respuesta de un pueblo como el uruguayo que ha dado una nueva esperanza a la interpretación de sus sueños de progreso solidario y en manos de Tabaré Vázquez está la respuesta del nuevo tiempo latinoamericano.
José Gabriel Alemparte Mery. Ex Vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Diego Portales, Egresado de la Escuela de Derecho de la misma Universidad.